Los fatri son científicos brillantes, pero no en el sentido que te esperarías. Ellos
hablan con la naturaleza: estudian las estrellas, los animales, las plantas, las rocas y
las fuerzas que mueven el mundo. Han desvelado su secretos y los usan para crear
una tecnología no solo avanzada, sino también en armonía con el mundo que los
rodea.
Ciencia: En cada aldea fatri, los científicos se reúnen en centros de investigación
para explorar los misterios de la naturaleza. Trabajan juntos, compartiendo sus
descubrimientos y presentando sus hallazgos en una gran conferencia anual.
Increíbles innovaciones surgen de esta colaboración, en la que participan fatris de
todo Hadopacia.
Comunicación: Los fatri han desarrollado una conexión única mediante redes
miceliales, una especie de internet natural que les permite comunicarse
telepáticamente a corta distancia. Comparten ideas, imágenes y datos a través de esta
red, e incluso la usan para controlar sus biomáquinas vivientes.
Energía: Atrás quedaron los tiempos de los combustibles fósiles y las centrales
nucleares. Los fatri obtienen su energía directamente del sol, utilizando un ingenioso
sistema desarrollado hace siglos en Selvar. Plantas especiales capturan la luz solar y
la convierten en energía limpia y renovable, que alimenta todo, desde sus hogares
hasta sus increíbles naves.
Transporte: Las aeronaves de los fatri, similares a zepelines, surcan los cielos
impulsadas por organismos vivos que aprovechan la luz solar. Para distancias más
cortas usan animales de carga pequeños y adorables, que son tratados con gran
respeto. Y para viajes más extensos, entre continentes, utilizan enormes
criaturas-barco con velas que aprovechan la energía del sol y la del viento para
navegar día y noche.
Construcción: Los fatri por lo general no construyen casas, las cultivan. Utilizan
una técnica llamada biotectura, que combina ingeniería genética con diseño
arquitectónico para crear edificios vivos que crecen y se adaptan a su entorno. Los
edificios respiran y florecen.
Domos generadores de campo: Estas enormes estructuras geodésicas protegen a
las aldeas fatri de las anomalías atmosféricas heredadas del oscuro pasado. Cubiertas
de plantas especiales, crean un escudo que protege a la comunidad. Pero para hacer
frente a las situaciones más difíciles, estas plantas alimentan un generador central en
cada coetus, que crea un campo electromagnético que protege aún más a la
comunidad, desviando los vientos, las inundaciones y los objetos peligrosos
propulsados por tornados.